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Sevilleja de la Jara Imprimir

HISTORIA

El territorio de Sevilleja está situado en extremo sur de La Jara por lo que su repoblación fue de las más tardías en acometerse.

Sevilleja debe su nombre a que fue fundada por mozárabes, es decir, cristianos que vivían en territorio musulmán y que, perseguidos por los almohades en el siglo XII, se vieron obligados a huir de Sevilla con su obispo Clemente a la cabeza, el cual se refugia en Talavera donde muere. El concejo talaverano permite que repueblen la zona entonces marginal de La Jara y en recuerdo a la ciudad del Guadalquivir ponen el nombre al pueblo que fundan. Desde el asentamiento original se fueron creando otros núcleos de población, aunque algunos como La Nava luego se separaron de este municipio. Hoy son aldeas de Sevilleja las poblaciones de Gargantilla, Buenasbodas, Puerto Rey y Minas de Santa Quiteria.
En Sevilleja apenas se han encontrado restos arqueológicos. Solamente tenemos constancia del hallazgo de algunas hachas neolíticas en Buenasbodas o en Riofrío.

En el siglo XIV pasa Sevilleja, como todo el alfoz de Talavera, a pertenecer al arzobispo de Toledo por merced de Enrique II. Unos años antes su padre Alfonso XI ya describe algunos de sus parajes en el "Libro de la Montería". Al limitar por el sur la tierra de Talavera con el señorío de Puebla de Alcocer, fueron continuos los roces fronterizos, llegándose incluso a que un miembro de la familia feudal, don Gutierre de Sotomayor, ocupe los territorios más sureños de La Jara durante el siglo XV, aunque fueron restituidos por sentencia posteriormente. Lo agreste y retirado de estos parajes hace que los golfines se den al bandidaje en el territorio durante la Edad Media, que durante el siglo XIX las partidas carlistas merodeen por la zona y que los guerrilleros antifranquistas de las partidas de Quincoces y Chaquetalarga se refugien en sus montes durante la posguerra.

Durante el siglo XX se produjo un importante aumento de la población, que baja de nuevo hacia 1940 por la Guerra Civil, que tuvo uno de sus frentes en esta comarca. A partir de 1950 se produce un importante proceso migratorio hacia las grandes ciudades, haciendo que hacia finales de este siglo la población disminuya en habitantes. Durante el último cuarto del siglo XX Sevilleja de la Jara ha sufrido una importante transformación. Se mejoraron las carreteras de acceso, se pavimentaron las calles de todo el pueblo, se construyó una piscina municipal, un centro social, y otras instalaciones de carácter municipal y privado.

Actualmente, el municipio de Sevilleja de la Jara cuenta con unos 1000 habitantes, de los cuales alrededor de unos 320 viven en el mismo pueblo de Sevilleja. Es un lugar acogedor y tranquilo, donde las principales riquezas son dadas por el extraordinario entorno natural en que se encuentra, con importante caza mayor y menor, colmenas, productos de la tierra como los níscalos, y productos agrícolas como las aceitunas que dan un aceite de alta calidad.

 

MONUMENTOS

 

     Iglesia Parroquial de San Sebastian:

La iglesia es de finales del siglo XVI o principios del XVII y está bajo la advocación de San Sebastián. Está formada por tres naves separadas por dos filas de cinco columnas de granito, mismo material del que está labrado el púlpito, decorado con cruces y ramos de flores y con una inscripción donde se lee el nombre de los donantes. El templo está elevado en mampostería revocada de pizarra y cuarcita, al igual que el primer tramo de la torre que tiene los otros tres fabricados de ladrillo.


Ermita del Santísimo Cristo Arrodillado o Nazareno:

Junto al antiguo camino real, hoy carretera, y a mitad de camino entre Sevilleja y Gargantilla, se alza la ermita del Santísimo Cristo Arrodillado o Nazareno, construida en el siglo XVII y a cuya imagen tenían gran devoción los pueblos comarcanos considerándola "milagrosísima". Es una buena construcción revocada y blanqueada con un zaguán a poniente por el que se accede al templo. Es de una nave con crucero cubierto por una bóveda en la que todavía se distingue parte de la decoración pintada de carácter popular por lo sencillo de sus diseños y entre cuyos motivos figuraban los cuatro evangelistas. Ha sufrido varias remodelaciones.

     Explotaciones Mineras:

El pueblo se sitúa en la falda de la sierra de Sevilleja y en su término llegaron a aprovecharse hasta cincuenta explotaciones mineras, principalmente de plomo y argentíferas, que han dejado en el paisaje los pozos y galerías con las ruinas de las modestas viviendas de los mineros repartidas por su territorio.

 

     Fuente El Caño:

Situada en la ancha y espaciosaPlaza del Generalísimo, plaza principal del pueblo, y presidida por la iglesia, en su parte alta se encuentra El Caño. Fuente principal del pueblo, construida a finales del siglo XIX y donde te puedes refrescar con el agua que viene directamente de la sierra.
 
 

FIESTAS


      San Sebastián

Se celebra el 20 de enero.
Entre las actividades que se desarrollan ese día, destacan: la misa, procesión y convite.

 

     Cristo Arrodillado

Se celebra el 14 de septiembre y tiene una duración de dos días. Entre las actividades que se desarrollan ese día, destacan: la misa, procesión, verbena y limonada.

 


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